Defenderse es algo innato: cualquier ser vivo sometido a presión haría lo que fuese necesario para preservar su vida. La defensa personal femenina, se ocupa de despertar y activar estos mecanismos. La defensa personal no son sólo unas técnicas, sino una actitud y por ello es muy importante trabajar de forma continuada, no solo el aspecto físico y técnico, sino el aspecto Prevención (Defensa Personal Pasiva).
Aunque lo primordial no es el componente temario o programa que utilizan otras disciplinas, sino que hace especial hincapié en la aplicación práctica y más real de éste; sí que lo posee, ya que está basado en el Nihon Tai-jitsu / Nihon Ju-jitsu, -que ya de por sí son auténticos métodos de defensa en su programa-, pero adaptándolos y adecuándolos a la mujer, sin importar la condición y constitución física, edad u otros factores que podamos pensar que nos impiden su práctica. Por ejemplo: sería imposible pretender una buena defensa si primero no se han trabajado el quitarse de la línea de ataque (desplazamientos o tai sabakis).
Todo el mundo debería poder hacer defensa personal y desde luego, aún más necesario si se es mujer. De ahí la importancia de dotar a la persona de un amplio abanico de posibilidades y técnicas simples que le permitan escoger sus propias herramientas de defensa –que con el tiempo y la práctica irán ganando en complejidad- y que desde los primeros meses de práctica le permitan aplicar lo aprendido.
La defensa femenina no debería basarse en la contundencia sino que es mucho más importante saber caer al suelo sin dañarse, saber esquivar o dar correctamente un golpe, aplicar una técnica sencilla, habituarse al contacto físico y desde luego, hacer uso de la defensa personal pasiva (aquel recurso que nos ayudará a evitar una situación de peligro).
El temario abarca todas aquéllas situaciones reales de la agresión: defensa de pie, en el suelo, contra armas, con objetos cotidianos, contra uno o varios agresores, etc.
Dado que este método de defensa personal está basado en Artes Marciales Japonesas, se dota también a las practicantes de un vocabulario básico de las técnicas en japonés, que les permitirá participar no sólo en cursos de defensa personal femenina, sino en cualquier curso de defensa que se organice de disciplinas afines.
Pese a que se busca la rapidez en el aprendizaje, es evidente que es la práctica continuada y repetitiva, la clave para lograr una defensa eficaz; una perfección técnica, -que nos hará más efectivos y nos dotará de una mayor garantía de éxito-; además de proporcionar un mejor estado físico y mental.
Como todas nuestras disciplinas, se imparte desde el punto de vista de la proporcionalidad entre la agresión y la respuesta y la legalidad.