La herencia del Budo y las artes marciales es un patrimonio de todos, y desde AESNIT, y más concretamente el club deportivo ANPEHI y karate Kyushinkan, se trabaja para que parte de esa herencia pueda ser disfrutada por todos, incluyendo aquellas personas con discapacidades físicas, sensoriales e intelectuales.
Así, se imparten conocimientos de Nihon Taijitsu y Karate a todos los alumnos, sin distinción alguna, trabajando la inclusión y normalización de personas con discapacidad y aportando:
• Una mejora física.
• Mayor seguridad.
• Disciplina.
• Integridad personal.
• Autoestima.
• Coordinación.
Según la Convención de Derechos Humanos de la ONU, ratificada por el Estado Español, todos somos iguales ante la Ley y tenemos los mismos derechos, pero desgraciadamente no siempre es así. Desde Aesnit hacemos lo posible para que eso no sea una excepción, sino que al contrario, sea lo normal, y toda persona con interés por las artes marciales pueda practicarlas, ya sea mujer, hombre, niño, mayor o con cualquier discapacidad.
Centrados en este último colectivo, atesoramos una amplia experiencia en la docencia de artes marciales, donde podemos ratificar que no solo se puede trabajar las artes marciales con ellos, sino que es un deber practicarlas con las personas que así lo requiere.